Si te topas con un elefante en pleno safari, no bajes la guardia. Da igual lo que te hayan dicho los responsables de la expedición. Si anda un poco cabreado te puede dar un buen disgusto. Y sino que se lo pregunten a los aventureros que viajaban en el Volkswagen Polo que aparece en el siguiente vídeo… Un poco más y no lo cuentan.
Mucho peor que una suegra enfadada
Todo ocurrió en el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica. No sabemos si alguien se inventó que el Rey Juan Carlos les haría una visita, pero el caso es que uno de los elefantes no quiso pasar desapercibido y se puso muy serio. El conductor del Polo se acercó demasiado a él, tal vez porque quería verle hasta los pelos de la trompa. Cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde.
Una bestia de unos 7.000 kilos y poco más de tres metros de altura se les vino encima. Arrolló el coche como cuando un toro embiste con rabia a un torero que ha jugado con él durante un buen rato. Con su fuerza descomunal le dio una vuelta de campana. Primero lo puso panza arriba y luego le dio otro toque para que recuperara su posición original. Al menos tuvo ese detalle.
Hay antecedentes
Los pasajeros lograron escapar con heridas leves y apenas perdieron tiempo en el hospital para recuperarse. Aunque en el Parque Nacional Kruger le quitan importancia al asunto, no es la primera vez que pasa algo así, ya que en 2012 otro elefante volteó y perforó un coche.
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