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Chevrolet, la emblemática marca de automóviles integrada en el grupo General Motors, dejará el marcado europeo, a excepción de Rusia y los países limítrofes, aunque seguirá operando en el resto del mundo como hasta ahora.
Malos resultados comerciales
La decisión de General Motors se explica por los malos resultados comerciales que Chevrolet ha obtenido en los últimos años en el Viejo Continente, un mercado muy competitivo y lastrado por la crisis en los últimos años que no han permitido a la compañía con sede en Detroit ocupar el espacio pretendido.
El gigante norteamericano de automóviles ha decidido dejar de invertir en una región en la que no obtiene los resultados esperados y fortalecer su presencia allá donde es más rentable.
Opel y Cadillac
Una vez Chevrolet salga de Europa, General Motors estará representada en la región con dos de sus marcas, Opel, totalmente adaptada a los gustos de los conductores europeos, y Cadillac, la marca de coches de lujo con la que intentará competir frente a los modelos alemanes más sofisticados de Mercedes, Audi o BMW.
Una vez Chevrolet elimine totalmente su estructura en Europa, los propietarios de vehículos de esta marca no quedarán desatendidos pues la compañía debe asegurar hasta 10 años de asistencia desde la venta del último coche y porque, además, muchos de los componentes de los automóviles de Chevrolet son iguales a los utilizados por Opel.
El objetivo de General Motors es ir reduciendo la presencia de Chevrolet en Europa poco a poco y concluir este proceso en 2015, por lo que todavía seguirán abiertos los concesionarios aunque se irá reduciendo su número.
La compañía norteamericana ha aclarado que la marca no desaparece y que seguirá fabricando coches bajo este emblema en el resto del mundo como hasta ahora, pues está totalmente asentada en muchas regiones del sur de América y Asia, además de en los Estados Unidos.
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