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Con la llegada de los BMW i3 e i8, BMW comenzará a sentar sus reales en un segmento al que le ha dado la espalda con coches de producción durante mucho tiempo; pero después de marchas y contramarchas ha tenido que doblegarse ante las tendencias del mercado: dos modelos nuevos que han ido a parar al segmento de los coches eléctricos y enchufables. Sin embargo, a la gran cantidad de modelos eléctricos que han prometido, tenemos que agregar una baja: la del SUV.
Lo cierto es que Roland Kowalski, el mandamás del proyecto del i3, ha revelado que BMW apunta a sacar al mercado modelos eléctricos que se basen en autonomía y versatilidad, en lugar de invertir dinero y desarrollo en modelos de tracción total. Además, dice que el i3 ya ofrece una capacidad interior “cercana a la de una berlina”, por lo que intentar llevar al tablero de dibujo un SUV eléctrico basado en el i3 no tiene el mayor sentido.
A pesar de todo es de hacer notar que BMW ha cubierto todos los posibles frentes y ha patentado todas las denominaciones, desde el i1 al i9. Esto significa que habrá una cantidad de combinaciones de futuros posibles modelos que serán dados a conocer en el futuro, con la premisa de “reservar” designaciones para modelos más pequeños o más grandes, según sea lo que el mercado demande.
Lo que se sabe hasta el momento es que el modelo de la gama i que más probabilidades tendría de salir al mercado próximamente es el i5, el que podría ser un crossover o una berlina de gran tamaño.
Vía | Autoblog Green
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